La brutal Guerra Civil en El Salvador durante los años 80 y principios de los 90, cobró la vida de más de 75.000 personas, aunque hubo muchas más desapariciones no confirmadas. Dejó un peligroso legado de minas antipersonal y otros explosivos, y durante el conflicto se importaron grandes cantidades de armas. Esto ahora contribuye a los altos niveles de crimen y violencia, tanto así, que la cultura de las pandillas se ha extendido, dejando a El Salvador con uno de los índices de asesinatos más altos del mundo.
La guerra ha terminado, pero la estabilidad y la seguridad en El Salvador son un desafío constante y la gente como María, hoy una maestra que creció en El Salvador durante la guerra, vive con miedo.

Maria, El Salvador
Nuestro trabajo

Gestión de armas y municiones
Con el apoyo proactivo de la policía y las fuerzas armadas salvadoreñas, y gracias a la financiación del Gobierno de los Estados Unidos, HALO está trabajando para fortalecer la seguridad en el país. En asociación con la policía, estamos destruyendo explosivos y armas y entrenando a los militares para que manejen los almacenes de armas, de manera que las comunidades de El Salvador puedan avanzar hacia un futuro más pacífico.